¿Excelencia educativa? Logremos personas excelentes.

La elaboración de buenos programas, currículos eficientes y flexibles, es una de las condiciones para una educación de calidad.
Es difícil romper la dicotomía entre educación por competencias o educación por asignaturas, pero en la cambiante sociedad en que vivimos, aprender a pensar, o desarrollar las competencias, capacidad de tomar decisiones y de gestionar emociones (resiliencia)  son competencias esenciales para la educación. La solución pasa por integrar programas, por embeber ciertas competencias en todos ellos y no por que aprendan contenidos que a los alumnos les sirvan para el día del examen ¿y después?

No son pocos quienes piensan que la excelencia se logra siendo más exigentes ¿qué hay de aquel alumno o alumna en quien no se cultivó alguno de los aspectos de las inteligencias múltiples? fracaso escolar en algunas situaciones, temor a afrontar etapas superiores no obligatorias porque se ven incapaces (o cansados) de memorizar más cosas que consideran poco prácticas.


El escenario actual plantea el reto de una necesaria reforma en las habilidades y capacidades para mejorar la competitividad. Estamos en una época de aprendizaje a lo largo de la vida que tal vez no se transmita adecuadamente porque no se debe perder de vista que las habilidades necesarias para el progreso de los próximos años son:

  • Creatividad
  • Construcción del Conocimiento
  • Adaptabilidad al el Cambio
  • Comunicación
  • Colaboración
Estaremos de acuerdo en que nuestros alumnos, nuestros hijos, necesitan una serie de recursos o competencias que les valdrán para desenvolverse en su vida post-escolar, pero ¿la memorización exclusiva para una prueba demuestra cualquiera de esas competencias?
Son muchos los padres/madres que se interesan por el futuro escolar de sus hijos e hijas. Tengo algunos amigos que ya me preguntan si su hija -que nació ayer- tiene posibilidades de entrar en tal o cual centro. ¡Qué presión, pobre criatura... perdóname amigo mio! 

Logramos entrar en Ed. infantil, que bien, asamblea, turno de palabra, trabajo en grupo... y pasamos de etapa: filas, orden silencio, trabajo personal.... Y sigue subiendo. ¿qué ha cambiado? Los niños y niñas por supuesto, son más mayores pero ¿y los docentes? ¿estamos preparados para esas criaturas creativas?  Solo recuerdo la conferencia de Sr. Ken Robinson "Las escuelas matan la creatividad"



Pero seguimos buscando la excelencia ¿cómo? en un ranking en las hojas de un periódico, en un porcentaje tras unos exámenes. Pero ¿son felices vuestros/nuestros hijos e hijas cuando salen cada día del cole? Quizá no de tiempo a percatarse porque hay que llevarle a extra escolares, a correr, para luego quejarnos que en la escuela le ponen muchos deberes y no les da tiempo a acabarlos. ¿Te has preguntado si es necesario realmente llevarle a inglés, fútbol, informática, etc? ¿les gusta, se divierten? ¿o es que estamos proyectando en ellos nuestros deseos? ¿Alcanzaran así la excelencia?

Llevo muchos años en educación y quiero lo mejor para mis alumnos; no he dicho los mejores alumnos. Los míos son ruidosos, habladores, inquietos, pero si con ilusión y medios (TIC, mobile learnign, etc) se canaliza, el ruido se convierte en creatividad, la palabra en debate para buscar la mejor solución y la inquietud en buscar una solución mejor o más rápida. Trabajar por proyectos (PBL - ABP), dejar que su tecnología forme parte del aprendizaje (BYOD) puede mejorar la motivación en el alumnado. La escuela inclusiva favorecerá el acercamiento entre la futura generación y el cuidado de las inteligencias múltiples favorecerá las diferentes formas de acercarles a la construcción del conocimiento.

Estamos evolucionando hacia los i-persons, siempre conectados a internet y nuestro conocimiento debe abarcar nuestra memoria interna (memoria, toma de decisiones...) y nuestra memoria externa (apuntes en papel o internet, Blog, PLE, etc.)

Si potenciamos que nuestros alumnos logren ser una mejor versión de si mismos, pensando que los estudios que han empezado puede que sean difíciles pero no imposibles, esa será la forma de conseguirlo, poniendo objetivos que sean ambiciosos pero también alcanzables atendiendo a las inteligencias múltiples, ilusionando, disfrutando y siendo agradecidos.


Aún no me ha pedido ninguna de las decenas de empresas con la que trato a diario, al alumno o alumna excelente o con mejor expediente; me piden personas comprometidas, capaces de trabajar en equipo, puntuales, autónomos y respetuosas con los demás, en definitiva versiones 3.0 de si mismos.

fuentes:
Sr. Ken Robinson, Pere Marqués, Alejandro Piscitelli, Asoc. Espiral, Asoc. Aulablog y , cómo no: mi "claustro virtual"


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