Fin de curso en clave de reflexion
Hemos llegado al final de este curso, nuestros alumnos han cerrado una etapa y nosotros entramos en proceso de evaluación, reunión y planificación antes de marchar a nuestros destinos formativos el resto del mes de julio.
Se han celebrado ahora 25 años desde aquel septiembre de 1988 en el que inicié la andadura en mi centro: las Escuelas San José y en este tiempo, echando la vista atrás he conocido a cientos de personas, de alumnos y alumnas a quienes he intentado transmitir no solo los temas que en cada momento correspondía, sino hacerles valorar la importancia de estar y ser por los demás. Son muchos los que han franqueado la barrera profesor-alumno y a quienes cuento entre mis amigos.
Algunos se han atrevido a dedicarse a la docencia y la mayoría son muy buenos profesionales en los campos que han escogido, aunque bastantes han tenido que hacer las maletas para desarrollar esa tarea desde Arabia Saudí hasta Latinoamérica y es una verdadera pena por la pérdida de buenos técnicos y buenas personas para nuestra sociedad.
En estos años he pasado de la tiza y las diapositivas, a los modelos en madera y los acetatos en el proyector y de estos a internet, la pizarra digital interactiva, los tablets y la realidad aumentada. Ha cambiado el modo de ver el mundo sobre todo porque, tal como dice Francesco Tonucci (1), "La misión principal de la escuela ya no es enseñar cosas" "Internet lo hace mejor".
El modelo con el que yo aprendí y con el que empecé a enseñar se quedó pequeño, antes mis alumnos aspiraban a trabajar y ser útiles en su entorno cercano, ahora la globalización y la lejana inmediatez del todo les provoca cierta desazón sobre "no ya qué estudiar, sino ¿Para qué estudiar?, no hay trabajo... " Una letanía amarga y autocomplaciente a veces.
¿Estudiar para qué? cuanto me lo han preguntado, la respuesta es simple: Por tí mismo, para ti. Debes prepararte para hacer lo que te gusta con las herramientas que tienes a tu alcance y que probablemente mañana serán distintas.
No son pocos los que tienen como objetivo aprobar sin más, pero como dice la frase: "El sistema escolar quiere que apruebes... yo quiero que aprendas"; frase aplicable sobre todo a los alumnos, pero tambien a docentes y familias que a veces solo quieren ver un número en un papel y no el progreso, con las diferencias de ritmo, que cada alumno tiene.
Muchas veces les he escuchado rendirse porque algún docente, en algún momento le ha dicho que su asignatura no la va a superar. Pero les recuerdo que cuando te digan “Tu No Puedes”, se acuerden de este vídeo:
El reto de las escuelas en estos nuevos tiempos, pasar de que sean centros de enseñanza a convertirse en centros de aprendizaje, donde el profesor se convierta en guía en una estructura muy diferente. (2)
fuente: ctl.utexas.edu |
Los equipos de trabajo van cambiando, las funciones y responsabilidades se reparten entre los docentes, unas van, otras vuelven... "Madurez es saber cuándo alejarse. Dignidad es hacerlo con la cabeza bien alta". (3)
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